El vídeo didáctico o educativo puede ser una excelente herramienta para conseguir un aprendizaje fructífero. Obviamente, debemos recordar que cuando introducimos nuevas estrategias o recursos deben estar acompañados de objetivos correctamente definidos y que orienten de forma adecuada tanto al estudiante como a cualquier persona que los use con la meta de formarse.
La posibilidad de utilizar vídeos en la educación permite analizar y evaluar la realidad de una forma diferente, ya que es mucho más visual y directo. Además, los alumnos y alumnas agradecen tener formas más diferentes y dinámicas de percibir conocimientos.
En definitiva, el vídeo didáctico puede ser un gran estímulo para la construcción del conocimiento, destrezas, aptitudes y habilidades. Incorporarlo en la metodología implica un análisis anterior sobre la asignatura y lo que se quiere conseguir con ello, pero esto ocurre con todo material novedoso que decidamos incluir en nuestro proceso. Por último, debemos tener en cuenta que la posibilidad de interactuar con el aula de esta forma debe ser planificado y es fundamental dar un carácter activo a la enseñanza.
Desde mi punto de vista personal, los vídeos didácticos me resultan útiles y sencillos en el aula. Durante mi primera experiencia de prácticas en un colegio público de primaria, utilicé esta herramienta para una sesión programada por una servidora. Al ser mi tutora la maestra de lengua, lo llevé a cabo con la signatura mencionada y no para algo relacionado con la ciencia, sin embargo, no me hubiera importado realizar otros videos para los alumnos pues les llamó mucho la atención.
La falta de tiempo por parte del profesorado en el centro fue lo que me impidió realizar otras programaciones didácticas, por lo que espero poder realizarlo en los siguientes meses durante mi cuarto año de carrera.